Es muy difícil trabajar y tener un buen desempeño cuando sentimos que lo que hacemos no está respaldado por nuestras y nuestros superiores. La falta de confianza en el entorno laboral es una de las principales causas de agotamiento de las y los trabajadores, y por consiguiente, de la rotación laboral.
En empleorecursos.es creemos firmemente en la correlación que existe entre productividad y nivel de confianza de las y los trabajadores, entendida como la sensación de seguridad a la hora de expresar y desarrollar sus ideas en el puesto de trabajo, generando un ambiente de colaboración y respeto, incluso cuando existen puntos de vista diferentes en entre los miembros del equipo.
Qué es la confianza laboral
Confianza, es que el o la jefa se siente cómoda a la hora de “repartir” o delegar tareas, ya que las y los empleados son los responsables de ellas; cumplir los objetivos en el plazo determinado, a la vez que las y los compañeros se apoyan mutuamente para ello.
Es indudable el papel que desempeña el o la manager a la hora de crear un ambiente de confianza, ya que, si pone en marcha los mecanismos apropiados, contará con un equipo seguro de sí mismo, con baja rotación y conflictividad, productivo y con niveles altos de satisfacción laboral.
Para ello, es necesario que, desde el propio proceso de captación de talento, mucho antes de que la persona se incorpore a la empresa, se transmita de una manera coherente la confianza y transparencia. Más detenidamente, a partir de nuestra experiencia laboral, las acciones que fomentan la confianza en el entorno laboral son:
1. Retroalimentación constructiva
Corregir de manera constructiva, centrarse en los puntos de mejora antes que en los “débiles”. Cuando nos corrigen de esta forma, sabemos que lo hacen para ayudarnos, nos sentimos respaldadas/os para seguir avanzado en vez de “cortarnos” por miedo a que nos regañen. De igual modo, si sentimos confianza, nuestros comentarios hacia la empresa serán bienvenidos y aceptados.
2. Comunicación
El respeto en la empresa es algo sagrado, jamás se puede perder. Para ello, hay que tratar a todas las personas como lo que son, independientemente del rol que desempeñen en la organización. Dentro de este contexto, cobra especial importancia el lenguaje no verbal, el cual, debe ser coherente con el mensaje verbal que se está transmitiendo.
3. Actúa como ejemplo
De nada sirve decir una cosa y tratar a las y los trabajadores faltando al respeto, “regañando” cuando se equivocan, ridiculizando. Es necesario que el jefe o la jefa sea la primera persona en predicar con el ejemplo.
4. Fomentar las interacciones
Realizar actividades que permitan que las y los compañeros se conozcan, intercambien experiencias generará un clima de respeto e intimidad, y por tanto, confianza.
5. Responsabilidad
¿Cómo podemos hacer sentir que confiamos en una persona? Pues dándole razones para ello, es decir, ofreciéndole la posibilidad de realizar tareas importantes, mostrándole que le apoyamos y entendemos que lo hará bien, y sin no es así, es una forma de aprender para la siguiente ocasión.
6. Privacidad
No todo es compañerismo, sino que se deben establecer medidas que garanticen la intimidad y privacidad de cada persona, que cada cual se sienta libre de compartir lo que crea conveniente.
7. Conciliación personal y laboral
Respetar la vida personal de las y los trabajadores, su tiempo de descanso, facilitar la desconexión digital.
8. Política de inclusión
Es imposible instaurar una cultura de confianza si no incluye la diversidad.
9. Evitar los rumores
Cotillear a espaldas de las y los compañeros, es el principal indicador de pérdida de confianza, porque igual que hablan de alguien también lo hacen de ti.
10. Prestar ayuda
La ayuda y el respeto en el lugar de trabajo fomenta la confianza en el equipo, ya que es más fácil confiar en alguien que ayuda a las y los demás, independientemente de si son o no responsables de hacerlo.
En resumen, construir relaciones de confianza conlleva enormes beneficios para la organización, por lo que es necesario poner en marcha acciones que fomente una cultura que favorezca la productividad y el buen ambiente de trabajo.