Dentro de las nuevas tendencias en el área de recursos humanos (gestión de personas) en la empresa cabe destacar la enfocada en la búsqueda de la felicidad en el trabajo para las personas que componen la organización, dando lugar no solo a la evolución del departamento de gestión de personas, sino que también a la figura de responsable del mismo, pasando a definirse como Chief Happiness Officer (CHO), o lo que es lo mismo, responsable de la Felicidad en la empresa.
“Entender la gestión de RRHH desde es el punto de vista de la Felicidad reporta beneficios a todos los niveles en la empresa”
Dentro de este contexto, desde empleorecursos.es a partir de nuestra experiencia en el área, entendemos la necesidad imperiosa, tanto para la empresa como para las y los trabajadores de la comentada evolución de la gestión de recursos humanos, la cual, reporta beneficios para ambas partes, esto es, se produce una evolución palpable tanto a nivel individual como en los resultados o beneficios totales de la empresa.
“Son múltiples las acciones necesarias para la gestión de la Felicidad en la empresa, las cuales, deben estar interconectadas entre sí”
Pero, ¿Cómo se puede conseguir esta Felicidad? Básicamente, por medio de gestión de acciones tales como el fomento de la motivación de las y los trabajadores; el trabajo en equipo; gestión de conflictos; aplicación de la Gamificación, igualdad de oportunidades y técnicas de Kaizen; gestión de reuniones de manera eficiente; fomentar la Asertividad e Inteligencia Emocional, etc., y en definitiva, la existencia de un Clima Laboral adecuado.
“La gestión de la Felicidad se centrará tanto a nivel individual como de la empresa en general”
A modo general, podemos indicar que desde el punto de vista de la gestión de la Felicidad en la empresa, son dos los niveles de intervención. Por un lado, a nivel de la persona trabajadora y por otro, desde el punto de vista de la empresa en su conjunto. Centrándonos en la persona (independientemente de la posición que ocupe en la escala jerárquica de la empresa), es fundamental contar con su participación activa en el proceso, identificando los aspectos que le hacen sentirse bien en su puesto de trabajo, fomentando para ello su participación e involucración por medio de la puesta en marcha de un liderazgo Positivo. En definitiva, desde este nivel de intervención, se pretende conocer a las personas en cuanto a sus necesidades, inquietudes, aspiraciones y miedos para a partir de ahí, generar los elementos necesarios para hacerles frente de forma personalizada (por lo que entendemos que desde la gestión de la Felicidad en el Trabajo, se da un paso más en comparación con la gestión de personas tradicional).
“La persona trabajadora feliz interpone los intereses de las y los compañeros a los suyos”
En cuanto al nivel de la empresa, como “sistema” que integra individualidades, es fundamental tratar las interacciones que se producen entre las y los trabajadores, fomentando cualidades tales como el respeto, la empatía y asertividad, así como la importancia del trabajo en equipo y el establecimiento de la filosofía en la que todas y todos juntos, son más fuertes como colectivo, y por ende, como empresa.
“Esta forma de gestión conlleva el desarrollo de competencias y habilidades específicas por parte de la persona responsable”
Por otra parte, la aparición de los denominados “Departamentos de la Felicidad” en la empresa ha dado lugar, tal y como comentábamos, a la evolución del perfil del/a responsable de recursos humanos, evolucionando hacia la figura del/a Chief Happiness Officer (CHO), para lo cual, será fundamental desarrollar competencias tales como escucha activa, empatía, proactividad, habilidades de comunicación, capacidad de análisis, creatividad e innovación, aprendizaje constante, entusiasmo, entre otras.
“Los beneficios de esta forma de gestionar a las personas en la empresa son múltiples”
En cuanto a los beneficios a obtener por medio de la gestión de la Felicidad en el Trabajo destaca en primer lugar el aumento de la capacidad de la empresa no solo para retener a las y los mejores empleados, sino como medio de atracción de talento complementando las acciones clásicas de “salario emocional”; fomenta una cultura de seguridad y salud en el trabajo; produce un aumento en la motivación de las y los trabajadores; facilita el trabajo en equipo y el sentimiento de pertenencia e integración; potencia la libertad y el desarrollo profesional; favorece la flexibilidad en todos los niveles de la empresa; etc.; a la vez que afronta las situaciones de estrés en el trabajo y evitando casos de Burnout; acoso laboral o despido interior, entre otros.