Dentro de herramientas existentes en la empresa para determinar y evaluar el rendimiento de las y los trabajadores han sido de gran importancia tanto el proceso de evaluación del desempeño tradicional como la metodología 360º. Sin embargo, un mercado tan competitivo como el actual, obliga a las empresas a ser aún más eficaces y eficientes en sus procesos, dar respuestas rápidas y flexibles a las demandas de la clientela y todo ello por medio de la utilización de un número reducido de recursos, lo que lleva a las y los profesionales de gestión de personas (recursos humanos) a diseñar y poner en marcha procedimientos de evaluación del talento interno novedosos y adaptados a estas nuevas exigencias, como es el PERFORMANCE MANAGEMENT.

“El Performance Management es una evolución en el proceso de evaluación del desempeño”

Dentro de este contexto, desde empleorecursos.es entendemos la evolución en la gestión del rendimiento, conocida como PERFORMANCE MANAGEMENT como la combinación de técnicas y procedimientos (metodologías, métricas, procesos, sistemas necesarios para monitorizar, etc.) derivados de la utilización de herramientas tecnológicas (como el Big Data, Agile, Lean, etc.) con objeto de hacer crecer a la empresa por medio del desarrollo de las personas que la conforman.

“El Performance Management favorece el uso de las Nuevas Tecnologías en la empresa”

A partir de lo anterior, esta nueva concepción de evaluación del desempeño va más allá de la mera presentación de un cuestionario o a lo sumo, entrevistas con la persona responsable del/a trabajador/a en un momento puntual del año, sino que consiste en un proceso continuo y constante, lo que corrige las insuficiencias de los procesos tradicionales, los cuales, al producirse en un momento temporal concreto, la detección de discrepancias en el desarrollo de su puesto de trabajo por parte de las y los colaboradores tendrá un marcado carácter reactivo.

Para poder llevar a cabo este proceso continuo, es necesario potenciar la relación entre los objetivos estratégicos de la empresa con las funciones y tareas necesarias para el desempeño eficaz de cada puesto de trabajo (a partir del Análisis de Puestos), por lo que la definición de KPI’s (indicadores clave de gestión) realistas y concretos en un determinado plazo de tiempo, permite tanto corregir posibles desviaciones respecto a los resultados conseguidos con los requeridos, así como existe la oportunidad de reconocer y premiar el desempeño eficaz en el momento que se produce, con el factor motivacional que tiene para la persona trabajadora, y por consiguiente, al aumento de su productividad.

Para la puesta en marcha el proceso de PERFORMANCE MANAGEMENT de las y los trabajadores es necesario implementar una serie de medidas, como son:

  1. Establecimiento de metas. Éstas, deben ser claras, y estar en relación con la estrategia de la empresa. Además, es necesario que las mismas sean conocidas por las personas que desempeñan el puesto de trabajo, para garantizar su alineación con ellas y sirvan como guía de las conductas a realizar. Para ello, es imprescindible contar con un Plan de Comunicación definido en la organización.
  2. Planificación del proceso. Partiendo del análisis del puesto de trabajo que guíe las conductas a desarrollar para conseguir los objetivos marcados. Dentro de este contexto, entran en juego las competencias requeridas por el puesto, así como el nivel que se manifiestan en la persona.
  3. Medición continúa del desempeño de la persona trabajadora. Una vez determinados los objetivos a conseguir, así como las funciones, tareas y nivel de competencias necesarias para ello, se lleva a cabo un “monitoreo” continuo de todas las fuentes de información del rendimiento del/a trabajador/a, proporcionándole a su vez la retroalimentación y el apoyo necesario llegado el caso, lo que repercute en un aumento de su motivación.
  4. Múltiples fuentes de recogida de información. La información necesaria para el proceso proviene de una gran variedad de fuentes, tales como encuestas de calidad, registros, producción, quejas, reclamaciones, etc.
  5. Histórico del desempeño. Documento en el que se registra la evolución de los resultados de las evaluaciones continúas de desempeño de la persona trabajadora. Es importante que se fundamente en comportamientos o conductas observables y objetivas.
  6. Colaboración y entrenamiento de las personas responsables de las evaluaciones. Es necesario que las personas que se encarguen de llevar a cabo el proceso tengan los conocimientos y habilidades necesarias para ello, así como la sensibilidad hacia las diferencias personales, ya que a todas y todos no nos motiva lo mismo.
  7. Asociar el rendimiento óptimo con recompensas y reconocimiento. Para ello, es necesario que se establezca un procedimiento equitativo y justo, a la vez que sea conocido por todas y todos.
  8. Fomentar la participación de todas y todos los participantes, tanto de las/os trabajadoras/es como quiénes están encargadas/os de realizar el proceso. En este punto, es justamente dónde radica la importancia del carácter continuo del PERFORMANCE MANAGEMENT como técnica de evaluación del desempeño frente a las tradicionales, ya que proporcionar un feedback periódico sobre las actuaciones de las y los trabajadores tiene un mayor impacto en su comportamiento, y por tanto rendimiento, que solo una vez (y puntual) al año.
  9. Automatizar todo el proceso con la ayuda de la tecnología, por medio de herramientas que facilitan todos los aspectos necesarios, esto es, captación, análisis e interpretación de la información. Entre las funcionalidades que tienen estas aplicaciones, desde empleorecursos.es destacamos: cumplimentación de formularios de manera rápida y on line (atrás quedó el uso del papel); seguimiento esquemático de los objetivos en tiempo real; adaptación de los formularios de evaluación a las necesidades concretas de la empresa y del puesto de trabajo; realización de informes; etc., lo que facilita y reduce el tiempo del proceso.

En resumen, el PERFORMANCE MANAGEMENT es una nueva evolución en la evaluación del desempeño de las y los trabajadores con tres elementos característicos, como son: el basarse en las nuevas tecnologías para obtener, analizar e interpretar la información; evaluación continua en el momento actual (no una vez al año); lo que permite que el proceso de retroalimentación sea rápido, tanto para recompensar el rendimiento correcto como para corregir las posibles desviaciones, lo que condicionas factores tales como el Engagement, Employee Experience, la marca empleadora, la rotación laboral, entre otros de las y los trabajadores.


Completando las aportaciones incluidas en nuestro anterior post sobre el proceso de Evaluación 360º, en el presente queremos dar una visión general de una herramienta fundamental para los departamentos de recursos humanos, que a su vez, está estrechamente relacionada con el nivel de motivación de las y los trabajadores, como es el proceso de Evaluación del Desempeño.

“Son múltiples las aplicaciones que tiene la Evaluación del Desempeño”

En empleorecursos.es destacamos la importancia que este procedimiento tiene en el desarrollo de la empresa ya que permite medir de manera clara el cumplimiento de los objetivos laborales de las y los trabajadores (tanto a nivel individual como de grupo), para a partir del mismo, poner en marcha las acciones necesarias que permitan corregir las posibles desviaciones (detectando necesidades de formación, por ejemplo) o en su caso, potenciarlo (por medio de un aumento de las percepciones salariales o extrasalariales).

“La Evaluación del Desempeño debe integrarse en la estrategia de recursos humanos de la empresa”

A partir de lo anterior, no debe concebirse el proceso de Evaluación Desempeño como aislado al resto de acciones del departamento de gestión de personas, sino que debe ser integral al resto de políticas de recursos humanos, ya que aporta información fundamental para el desarrollo de las y los trabajadores dentro de la empresa, a la vez que facilita el análisis de la situación presente para planear el futuro, por lo que es necesario que la persona trabajadora no lo perciba como un elemento negativo, sino como algo que le permitirá mejorar su desempeño laboral.

“La persona trabajadora debe percibir la Evaluación del Desempeño como algo que le permita crecer profesionalmente y no como algo negativo”

Tal y como hemos comentado, la Evaluación del Desempeño contribuye a la mejora de los procesos de comunicación en la empresa (al establecer canales directos entre las y los superiores donde la retroalimentación es la esencia de dicha comunicación), captación y selección de personas (perfeccionando y adaptando los requisitos exigidos en el análisis de puestos de trabajo y su relación con las competencias necesarias para el correcto desempeño de los mismos por parte de las y los empleados), facilita la promoción y desarrollo en la empresa (repercutiendo de forma directa en el compromiso de las y los trabajadores, disminución de la tasa de abandonos, así como crea un clima laboral de colaboración y trabajo conjunto), todo gestionado por un liderazgo integrador, entre otros aspectos.

“En la Evaluación del Desempeño no se evalúa a la persona sino su rendimiento laboral”

Para ello, el proceso debe estar basado tanto en las mencionadas competencias de las y los trabajadores en relación a las exigencias del puesto de trabajo que desempeña como en su nivel de contribución a la consecución de los objetivos grupales (tanto del departamento en el que se encuentra como de la empresa en general), sin olvidar sus posibilidades de desarrollo y crecimiento profesional, ya que el fin último para la puesta en marcha de la Evolución del Desempeño es potenciar el rendimiento de las y los trabajadores.

“Es fundamental la implicación de la persona trabajadora en el proceso”

A modo general, las personas participantes del proceso son tanto el responsable directa/o (como mando jerárquico que colabora con el/a empleado/a) y la propia persona trabajadora, la cual, reflejará de forma objetiva sus impresiones acerca de su desempeño profesional. En cuanto a los aspectos a valorar se encontrarían el conocimiento del trabajo, adaptación, calidad, relaciones, tolerancia al estrés, tiempo de ejecución, etc.

En resumen, dejando para otro post el modo de realizar el proceso de Evaluación del Desempeño, con este procedimiento se pretende dar a feedback en cuanto al rendimiento de la persona trabajadora en su puesto, valorar su contribución a la consecución de los objetivos de la empresa, detectar oportunidades de mejora en su desarrollo profesional, premiar el desempeño adecuado (complementando el diseño del plan de incentivos laboral), evitar situaciones problemáticas, entre otros aspectos.