De entre todas las políticas y acciones del área de gestión del talento en las organizaciones, destaca como primordial la puesta en marcha de medidas que fomenten el bienestar y compromiso de las y los trabajadores, como muestra de salud laboral, sinónimo de crecimiento y desarrollo de la empresa.
En empleorecursos.es entendemos que las personas son el centro de la organización, el elemento fundamental para lograr la eficacia y productividad de una empresa. Sin embargo, como seres humanos, las personas somos complejas, no siempre exactas, o de otra forma, vulnerables a los altibajos emocionales e incluso a los problemas de salud mental.
Por ello, es fundamental establecer políticas y acciones que fomenten el bienestar en la empresa, sobre todo si tenemos en cuenta los cambios experimentados en los últimos años, ya que un entorno laboral que lo amenace traerá falta de motivación y disminución general de la productividad.
Si nos centramos en las emociones, a partir de nuestra experiencia laboral coordinando departamentos de gestión del talento podemos afirmar, a modo general, que éstas pueden ser positivas y negativas, en cuento a las consecuencias o conductas que conllevan.
Emociones positivas
Las emociones positivas conllevan la generación de un fuerte compromiso con el puesto de trabajo por parte de las y los trabajadores a partir del entorno psicosocial de la organización, el cual, favorece que sus necesidades psicológicas se vean satisfechas por el éxito en la realización del trabajo, un entorno laboral que aumenta su sensación de valía, competencia y el sentimiento de que importan y son tenidas/os en cuenta.
Emociones negativas
Por el contrario, se encuentran los sentimientos de inadecuación y malestar, lo que hace que las personas en la empresa se sientan en gran medida desmotivadas y se limitan a cumplir con lo que les dicen, o lo que es peor, experimentan burnout (agotamiento físico o emocional por exceso de trabajo o estrés).
Recursos para fomentar emociones positivas
1. Iniciativas de escucha
Escuchar a las y los empleados puede ayudar a entender su situación emocional, por lo que se hace necesario instaurar canales de comunicación dónde puedan expresar a sus responsables de manera libre de prejuicios sus pensamientos y emociones, con objeto de sentirse valoradas/os.
2. Sesiones grupales
Organizar reuniones informales con las y los compañeros de trabajo dónde no solo se puedan conocer más y mejor, sino en las que se compartan emociones y sentimientos, lo que fomentará que se sientan comprendidas/os y reforzadas/os dentro del equipo.
3. Atención a los elementos físicos
El bienestar de las y los trabajadores no solo se centra en el aspecto emocional, sino que también en el físico. Por ello, cuidar el mobiliario y la serenidad del entorno también desempeñan un papel importante. Por ejemplo, una ergonomía de oficina adecuada hace que trabajar sea más cómodo, lo que a su vez aumenta la productividad en el lugar de trabajo.
4. Fomentar la salud física
Está demostrado que establecer programas que fomenten la salud de las personas en la empresa aporta enormes beneficios no solo respecto a la productividad, sino que también a la disminución de la rotación, conflictos, bajas médicas, etc.
En resumen, de cómo nos sentimos en el trabajo dependen los resultados de la empresa, ya que una disminución del compromiso de las y los empleados implica un cambio significativo en la productividad.