Desde el área de gestión del talento, el despido de un o una colaboradora es uno de los momentos más controvertidos y emocionalmente cargados en la carrera de cualquier profesional de Recursos Humanos (RRHH). Este proceso, aunque necesario en ciertas ocasiones, implica una carga emocional considerable tanto para la persona que comunica la decisión como para quien la recibe.
En empleorecursos.es entendemos que comunicar un despido requiere un balance delicado entre profesionalismo y empatía, ya que la preparación es del proceso es clave, siendo necesario entender las razones detrás del despido y explicarlas de manera transparente y respetuosa.
El despido desde la visión del o la profesional de recursos humanos
Por ello, es obvio que en este proceso la emoción predominante en este momento es, a menudo, la tensión y la empatía. La tensión surge del deseo de manejar la situación de la manera más justa posible, mientras que la empatía se manifiesta en el reconocimiento del impacto personal y profesional que esta decisión tendrá en el o la colaboradora.
Durante la entrevista o reunión de la comunicación, es esencial crear un ambiente privado y tranquilo. El o la profesional de recursos humanos debe abordar el tema con claridad y firmeza, pero también con sensibilidad. Es recomendable seguir::
1. Preparación previa: revisar los motivos del despido y preparar la documentación necesaria.
2. Comunicación directa: explicar de manera clara y directa la decisión, evitando ambigüedades.
3. Empatía y apoyo: mostrar comprensión y ofrecer apoyo en la transición, como orientación profesional o referencias.
El despido desde la visión del o la colaboradora
A su vez, el o la colaboradora, al recibir la noticia, experimentará una mezcla de emociones que pueden ir desde el shock y la incredulidad hasta la tristeza y la preocupación por el futuro. Es crucial como profesionales de recursos humanos estar preparadas/os para manejar estas reacciones con tacto y compasión. La sensación de pérdida y la incertidumbre son comunes, y es aquí donde el apoyo emocional y práctico por parte de la empresa puede marcar una gran diferencia.
Es necesario otorgarle tiempo para para procesar la noticia. Reconocer y aceptar las emociones iniciales es el primer paso hacia la recuperación.
Posteriormente, una vez analizados todos los aspectos legales, es necesario que se centre en la actualización del currículum, mejora del perfil en LinkedIn y la búsqueda activa de nuevas oportunidades para devolver el control sobre la situación.
En resumen, el despido es un proceso complejo que afecta a ambas partes. Para las y los profesionales de RRHH, es una prueba de su capacidad para equilibrar la firmeza y la empatía. Para el o la colaboradora, es una oportunidad para la reflexión y el crecimiento personal y profesional. A través de una comunicación clara y un apoyo continuo, es posible manejar esta transición de manera efectiva y respetuosa.