Para participar con éxito en un mercado tan competitivo como el actual es necesario que las empresas no solo cuenten con el mejor talento, sino que además este se organice en equipos de trabajo de alto rendimiento, ya que, entre otras cosas, está demostrado que trabajar en equipo, ayuda a conseguir los resultados con menor esfuerzo.
En empleorecursos.es entendemos, a partir de nuestra experiencia coordinando áreas de gestión del talento, que son varios los beneficios de contar con un equipo de alto rendimiento en la empresa, como reforzar el compromiso hacia el objetivo común a alcanzar, y por tanto, la productividad de todas las personas, aumentar las competencias personales y profesionales (siempre se está aprendiendo), así como incremento de la motivación de todas y todos, al ver que el esfuerzo es recompensado con la consecución de los objetivos.
Acciones para construir equipos de alto rendimiento
Sin embargo, son varios los aspectos a tener en cuenta a la hora de crear un equipo de alto rendimiento, como conocer a las personas del equipo para saber sus puntos fuertes y áreas de mejora para así encontrar sinergias entre ellas; trabajar por un objetivo común priorizándolo frente a los intereses particulares, desarrollar relaciones de confianza entre todas las personas, generar un buen ambiente de trabajo, y ser capaz de resolver cualquier situación difícil de forma positiva y constructiva.
Más detenidamente, se considera equipo de alto rendimiento aquel que cuenta con una adecuada organización, normas y procesos que guían su actuación, así como un número limitado de personas conectadas entre sí, con alto compromiso entre todas y el objetivo común, a la vez que una exigencia de resultados mínimos y alta cooperación para minimizar esfuerzos y optimizar recursos.
Para poder crear este tipo de equipos, es necesario llevar a cabo una serie de acciones, como son:
- Conocer a las personas del equipo
Para sacar el máximo resultado hay que conocer las aptitudes, actitudes y posiciones de todas las personas que conforman el equipo.
- Relaciones de confianza
Requiere desarrollar actitudes personales como creer en el equipo y en la utilidad de trabajar conjuntamente.
- Objetivo común
Para ello, se necesita un trabajo previo de reflexión y definición de objetivos, así como de consenso con las normas de funcionamiento que guiarán la actividad.
- Seguimiento de los resultados
A través del uso de indicadores de gestión, ya que lo que lo que no se mide no se puede mejorar.
- Gestionar situaciones difíciles
Coordinar las tareas y tomas decisiones de manera conjunta puede producir situaciones de especial tensión que han de ser superadas para asegurar la continuidad del proyecto con éxito.