En el presente post, desde empleorecursos.es queremos hacernos eco de una nueva corriente de gestión que está imperando en las organizaciones respecto al desarrollo de las personas que la conforman, como es la conocida como Cultura del Error.
“Nos han enseñado a tratar el error como algo negativo que hay que evitar”
El primer aspecto a considerar de la misma obedece a la concepción negativa que tienen los errores en cualquier contexto de nuestra vida (y no solo en el laboral), por lo que no solo hay que evitarlos, sino que también, eliminarlos. Sin embargo, existe una corriente en la gestión de las empresas que entiende los errores como oportunidades de aprendizaje, lo que fomenta la creatividad y crecimiento de las y los trabajadores, y por ende, repercute en la cultura general de la empresa (y mejora del clima laboral).
“La esencia de la Cultura del Error se encuentra en las oportunidades de mejora que éstos conllevan”
En empleorecursos.es, entendemos los errores como una oportunidad para aprender y desarrollarse profesionalmente, es decir, es un medio para conseguir los objetivos laborales propuestos, frente a la concepción tradicional del mismo como un fracaso a evitar, lo que fomenta la inacción de la persona trabajadora, y por consiguiente su desarrollo profesional.
Dentro de este contexto, destacan las aportaciones de Amy Edmenson (profesora de Harvard) sobre la utilización del error como fuente de crecimiento y desarrollo empresarial, partiendo de una definición del mismo más allá de la perspectiva lineal o simple que se utiliza de forma tradicional (donde se reflexiona sobre los errores que se han cometido con objeto de evitar que vuelvan a ocurrir) para definir de forma clara tres tipos de errores que tienen lugar en las empresas, los cuales son:
- Los debidos a falta de atención por un volumen elevado de trabajo o procesos repetitivos, los cuales, por lo general son prevenibles.
- Los complejos o no prevenibles cuyo origen se encuentra en una combinación de elementos o factores (humanos, temporales o procesos). El objetivo es aprender de ellos.
- Por último, los errores inteligentes, los cuales, permiten el desarrollo de la organización, por lo que fomentar su gestión de forma eficaz, favorece el “empoderamiento de la empresa” respecto al proceso de innovación y crecimiento.
A partir de lo anterior, se hace necesario que las empresas que apuesten por la implantación de una Cultura del Error, adapten su estructura y procesos para hacerles frente de forma constructiva, independientemente del área o departamento en el que ocurran. Para ello, en empleorecursos.es entendemos que es fundamental que se desarrolle una visión abierta, de aceptación y aprendizaje del error (que no de fomento), en contra de la actual perspectiva negativa comentada, en la que se intenta buscar tanto responsables como culpables.
“Gestionar de forma positiva el error fomenta el crecimiento de la empresa”
En resumen, castigar el error conlleva frustración y desmotivación a las y los trabajadores, dejando de lado la oportunidad de aprender y progresar a través del mismo, a la vez que se fomenta tanto la falta de iniciativa, implicación con la empresa y crecimiento profesional. Por lo que se hace fundamental, entre otros aspectos, contar en la empresa con un estilo de liderazgo adecuado, un plan de comunicación claro, gestionar de forma eficaz las competencias de las y los trabajadores, apostar por el trabajo en equipo, facilitar la innovación y el desarrollo del talento, promover el Departamento de la Felicidad, poner en marcha procesos de evaluación 360º, etc., ya que desde este punto de vista, no es equiparable los errores al fracaso, sino que se entienden como algo inherente a las tareas diarias que permiten evolucionarlas y realizarlas cada vez mejor.