La situación actual de pandemia producida por el COVID-19 (Coronavirus) ha supuesto un cambio radical en la sociedad en general y la economía en particular, sobre todo en un mercado global como el actual. Este hecho, genera una enorme incertidumbre respecto al futuro laboral en muchas y muchos trabajadores, lo que repercute de manera directa en su salud física y psicológica.
“La exposición a una incertidumbre elevada y persistente conlleva efectos para la salud”
En empleorecursos.es, a partir de nuestra experiencia laboral en departamentos de gestión del talento (recursos humanos), somos conscientes de los efectos emocionales que genera en las y los trabajadores las situaciones con una elevada incertidumbre, y más como la actual, la cual, va acompañada de efectos en la salud no solo para la persona trabajadora, sino para sus familiares y personas allegadas.
“El COVID-19 traerá cambios a nivel social y en cuanto a la forma de organizar el trabajo”
Es indudable que la pandemia ocasionada por el Coronavirus traerá cambios tanto a nivel social en general, como en el modo en el que realizamos nuestro trabajo (la forma en la que nos relacionaremos, por ejemplo), como los que ya han sucedido como la instauración del teletrabajo, miedo al contagio físico y social, la necesidad de contar con un liderazgo adaptado a las nuevas circunstancias, o las enormes medidas sociales y laborales puestas en marcha recientemente.
Por todo ello, el elevado nivel de incertidumbre que acompaña esta situación precipita y mantiene un estado de ansiedad en la persona trabajadora motivada por el hecho de “prepararse” frente a una amenaza nueva y desconocida, lo que le genera un estrés que afecta a su calidad de vida tanto profesional como personal.
“La ausencia de control ante la actual situación genera una respuesta de ansiedad en la persona trabajadora”
A partir de este hecho, entendemos que la función principal del área de gestión del talento en la empresa es reducir y/o eliminar cualquier emoción negativa de la persona trabajadora que afecte a su trabajo, por lo que la realización de reuniones One to One cobran vital importancia para ello. Entre estas emociones, como psicólogo, me gustaría destacar:
- Miedo. Esta emoción es común en momentos de incertidumbre en general, y más cuando están en juego nuestra salud o la de nuestras personas cercanas (agravada por el riesgo de contagio por COVID-19). Las reacciones negativas más comunes en este tipo de sentimientos son la consulta constante de noticias sobre la pandemia (número de personas afectadas, medidas económicas puestas en marcha para hacer frente a la situación, información sobre la marcha de la empresa para conocer si peligra tu puesto de trabajo, revisión de ingresos y gastos mensuales personales, etc.).
- Enfado. En ocasiones, el miedo conlleva a la búsqueda de las causas o motivos que han originado la situación de incertidumbre, sintiéndonos “víctimas” ante la posible pérdida de ingresos o de nuestro empleo. Ejemplos de esta situación pueden ser las personas que desde su balcón en el periodo de cuarentena se dedican a insultar a quiénes pasan por la calle sin conocer el motivo o causa que lo motiva; controlar si las y los vecinos salen a aplaudir a las 8 de la tarde.
- Tristeza. El abatimiento suele venir originado por la pérdida de las rutinas diarias habituales (ir y volver del trabajo, hacer ejercicio físico, etc.), el sentir que todos los días son iguales. La pérdida de energía puede contrarrestarse con pensamientos tales como la consideración de esta situación como transitoria y por el hecho de que el propio esfuerzo por respetar las regulaciones es lo que permitirá que finalice lo antes posible.
- Soledad. Fundamentalmente en aquellas personas que viven o están pasando el periodo de confinamiento solas en casa. A emociones como qué hacer en caso de enfermar es necesario hacerles frente con pensamientos acerca de que no se es la única persona que se encuentra en esa situación, así como promover los medios telemáticos como canal de contacto tanto con las y los compañeros, así como los seres queridos.
- Desorganización. El cambio en nuestra estructura diaria conlleva un sentimiento de pérdida de control y continua adaptación a la nueva situación. Ante este hecho, es aconsejable poner en marcha técnicas que fomenten nuestra productividad y resiliencia.
- Ansiedad. Por norma general, sentir ansiedad conlleva una respuesta de huida o escape de la situación que entendemos que nos la origina. Ejemplos de respuestas ante la ansiedad producida por la situación que se vive con el coronavirus es dejar de lado nuestra obligaciones, pérdidas de concentración, etc. Para hacerles frente, es necesario definir las tareas a realizar durante el día, así como los momentos de desconexión una vez que se han realizado.
En cuanto al modo de actuar para hacer frente a las mencionadas emociones, es adecuado actuar con Inteligencia Emocional y poner en marcha acciones que fomenten conductas tales como:
- Llevar a cabo una rutina diaria, con horarios fijos.
- Vestirse y asearse como para salir a trabajar (evitar estar todo el día en pijama), lo que ayudará a la organización diaria.
- No estar constantemente buscando o escuchando noticias sobre la evolución de la pandemia.
- Aprovechar este tiempo para adquirir nuevos conocimientos.
- Realizar ejercicio físico.
- Mantener una alimentación sana y equilibrada.
- Alimentarse bien y mantenerse hidratada/o.
- Etc.
Si necesitas ampliar información, te recomendamos:
1- Recomendaciones ante el malestar psicológico generado por el COVID-19 del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid: bit.ly/2y9VPMG
2- Guía Básica para afrontar desde el punto de vista psicológico la situación de emergencia sanitaria de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires: bit.ly/2VA4BMn