En la empresa, como centro en el que conviven gran variedad de personas, es común encontrarse situaciones en las que se manifiestan conductas que por sus características, generalmente disruptivas en cuanto a las consecuencias que producen, bien pueden calificarse y asociarse a determinados síndrome laborales. De entre ellos, queremos reflexionar acerca del SÍNDROME DE MÜNCHAUSEN LABORAL.
“Existen personas que buscan generar conflictos para ganarse el respeto al resolverlos”
En empleorecursos.es, a partir de nuestra experiencia laboral dirigiendo departamentos de gestión del talento, entendemos a modo general el Síndrome de Münchausen como el trastorno psicológico que se manifiesta cuando la persona simula una enfermedad o problema personal llegando incluso a niveles extremos con el único objetivo de llamar la atención (generalmente de las y los profesionales médicos). Por ello, somos de la opinión de que este tipo de síndrome, a pesar de ser uno de los menos conocidos en el contexto empresarial, forma parte de los denominados síndromes profesionales, tales como el Síndrome de Burnout, Boreaut, Ganímides o Anat, entre otros.
“Estas personas se dan cuenta de las acciones que desarrollan para ganar la atención y prestigio social”
Básicamente, el SÍNDROME DE MÜNCHAUSEN LABORAL en el contexto de la empresa se manifiesta en aquellas personas trabajadoras que están constantemente fomentando y buscando el conflicto con el único objetivo de ganar prestigio y notoriedad (o llamar la atención constantemente del director/a o superior/a jerárquica/o), con las opciones de reconocimiento y posibilidades de ascenso u obtención de privilegios que conlleva, por ser ellas mismas quién lo resuelven.
El mismo, es una derivación del trastorno psicológico conocido como Síndrome de Münchausen por Poder, el cual, se manifiesta en aquellas personas que fingen, exageran e inventan una enfermedad o trastorno con el único objetivo de llamar la atención y obtener apoyo social. En concreto, esta situación tiene lugar en las relaciones de las y los hijos con la persona progenitora, la cual, lleva a cabo de forma consciente diferentes acciones para inducir o crear síntomas reales o aparentes de alguna enfermedad a su pequeña/o para hacerse valer como buenas cuidadoras. Lo más curioso de estas personas es que son conscientes de lo que están haciendo.
“Las personas con Münchausen Laboral se sienten las salvadoras de la organización”
Dentro del contexto de la empresa, las personas que sufren el SÍNDROME DE MÜNCHAUSEN LABORAL son aquellas que se caracterizan por ser las “protectoras” o “defensoras” de la organización ante las situaciones problemáticas o conflictivas, involucrándose en exceso en ellas (no les importa el tiempo ni lo que haya que invertir para solucionarlas) para una vez resueltas, buscar el reconocimiento constante de las y los demás.
A modo general, son personas que ocupan una posición intermedia en la estructura jerárquica de la empresa, con bajo nivel de autoestima e inseguridad, y por consiguiente, temerosas de perder su estatus o puesto de trabajo.
A partir de lo anterior, se pueden deducir que las desventajas que genera la presencia de una persona con este tipo de Síndrome en el equipo de trabajo, son varias. Por un lado, la erosión que supone la generación constante de conflictos en el trabajo, lo que conlleva entre otros factores:
- Disminución de la motivación del resto de colaboradoras/es.
- Menor implicación y compromiso.
- Dificulta el trabajo en equipo.
- Aumento de la rotación laboral.
- Pérdida de productividad.
- Fracaso de las acciones de retención del talento.
En resumen, dentro de las diferentes personalidades que “conviven” en el día a día de la empresa, existen personas con ciertos patrones de conductas que se asemejan a los síntomas psicológicos que compone síndromes laborales, por lo se hace obligatorio por las y los profesionales de gestión del talento, no solo conocerlos, sino intervenir sobre ellos de la manera más adecuada.