Dentro del área de gestión del talento existe una máxima a tener en cuenta respecto a la rotación laboral, la cual, afirma que “las personas no abandonan la empresa sino a sus malas y malos jefes”. Esta cuestión, es fundamental para toda empresa, al poner el foco de la rotación (con todo lo que conlleva en cuanto a pérdida de talento, tiempo, coste de sustitución, imagen de la empresa, deterioro del clima laboral, etc.) en el interior de la empresa.
Efectivamente, a partir de nuestra experiencia laboral dentro del área de gestión del talento, desde empleorecursos.es podemos afirmar que en muchas ocasiones, el motivo de que una persona deje su empleo se debe a algo que a priori se podría evitar, a una cuestión interna de la organización, como es la mala gestión del liderazgo de las personas que ocupan puestos de dirección o mandos intermedios en el organigrama de la empresa.
Competencias para gestión de equipos
Entendemos un liderazgo efectivo debe basarse en un conjunto de cualidades o competencias que vayan desde la búsqueda de la excelencia de su equipo hasta la empatía y comprensión de cada miembro. De entre todas ellas, hemos recopilado las que entendemos fundamentales, como son:
1. Liderazgo
Las personas que ocupan cargos de dirección o coordinación de equipos deben desarrollar un liderazgo dependiendo de las características del propio equipo, en lugar de ser meras o meros jefes severos e inaccesibles. Básicamente, ser un buen líder o lideresa no solo se trata de motivar, inspirar y entrenar a todas/os hacia el éxito, sino también de proporcionar la retroalimentación constructiva, los recursos y el apoyo necesario.
2. Empatía
Mostrarse distante o indiferentes a los sentimientos de los miembros del equipo afecta negativamente a la experiencia y compromiso con la empresa de las y los colaboradores. Es necesario comprender las tareas cotidianas de sus equipos, los aspectos de mejora para que puedan rendir más y mejor, fomentar una cultura de compañerismo, etc.
3. Delegación
Para poder delegar primero hay que conocer el potencial de las personas que forman el equipo, para posteriormente, asignar tareas y responsabilidades que permitan a las personas crecer y desarrollarse profesionalmente en sus puestos de trabajo.
4. Inteligencia Emocional
No podemos olvidar que los equipos lo forman personas, y como tal, surgen conflictos que desde el punto de vista de coordinación hay que resolver. Además, se deben controlar las propias emociones, sobre todo ante situaciones de estrés para evitar el “efecto contagio” en el equipo.
5. Conocimiento
Es necesario ser un o una referente sobre el negocio y servicio que se presta, ser el apoyo de las personas del equipo ante dudas o cuestiones problemáticas, por lo que se deberá estar abierta/o a adquirir nuevos conocimientos y aspectos de mejora.
6. Conocer las potencialidades del equipo
Las y los buenos líderes son quiénes conocen los puntos fuertes y débiles de su equipo como grupo, e individualmente de las personas que lo forman para a partir de ellos, motivar y dar ofrecer oportunidades de desarrollo profesional. En este contexto, es dónde se hacen fuerte las sesiones One to One.
7. Orientación
Como referentes del equipo, las personas que coordinan de manera exitosa aconsejan y acompañan (si no, guían) a todas/os, ya sea por medio de comentarios constructivos, por ejemplo, en el día a día de los miembros del equipo.
8. Objetivos
Permitir que las personas que conforman el equipo conozcan de manera realista y clara qué se espera de ellas, qué es lo que se le pide en su trabajo, ayudará a fomentar un clima de confianza y compromiso.
9. Responsabilidad
El o la buena lideresa no esconde su responsabilidad, fundamentalmente en los malos momentos, no culpa a nadie de los errores e identifica áreas generales de mejora. Como responsable del equipo, da la cara por él.
10. Comunicación
Fomentar y promover una comunicación eficaz favorece la transparencia y la confianza. No encerrarse en su despacho y “bajar al terreno” a la vez que fomentar proximidad eliminando los formalismos innecesarios, favorecerá el trabajo en equipo.
11. Flexibilidad
En la medida de lo posible, se otorgará flexibilidad al equipo para la realización de sus tareas. Para ello, se hace necesario conocer y comprender los problemas de su día a día de trabajo.
12. Evaluación
Miden con equidad y de manera justa el desempeño de cada uno de los miembros del equipo, teniendo en cuenta el esfuerzo realizado, y apoyando los puntos débiles para mejorar en su desempeño profesional.
En resumen, coordinar un equipo de manera eficiente consiste en convertirse en un referente del mismo, estando dispuesta/o a aprender constantemente y a adaptarse a las circunstancias del entorno y ambiente del grupo.