En la mayoría de empresas es necesario contar con personas con las habilidades necesarias para la gestión de equipos como una de las mejores “herramientas” para conseguir los objetivos perseguidos. Muestra de ello, es la proliferación de aplicaciones informáticas que ayudan a obtener equipos comprometidos y productivos.
En empleorecursos.es entendemos la importancia de estas aplicaciones, las cuales permiten realizar de forma fácil y sencilla la supervisión y coordinación del equipo, así como el proceso de Onboarding, las evaluaciones de rendimiento, el seguimiento del tiempo de trabajo, etc.
Sin embargo, para contar con colaboradoras y colaboradores comprometidos no es suficiente con tener una herramienta informática, sino que es necesario que la persona líder del equipo lleve a cabo una serie de pautas, como son:
1. Comunicación
Comunicar de forma abierta y eficaz es crucial para la correcta gestión del talento. Escuchar de manera activa las preocupaciones y propuestas de los miembros del equipo, proporcionando al mismo tiempo el feedback necesario, aumentará la satisfacción de las y los trabajadores.
2. Evaluación del rendimiento
Es necesario que las y los colaboradores tengan objetivos y metas claras, así como procesos periódicos dónde se evalúe su consecución, ya que les ayudará a identificar las áreas de mejora, a la vez que te permite establecer medidas de recompensa por el trabajo bien hecho.
3. Gestión del tiempo
Utilizar una aplicación para controlar la ejecución de las tareas por parte de las personas del equipo ayudará a realizar un seguimiento y una gestión eficaz del tiempo, conociendo en cada momento la situación y desarrollo de los proyectos o tareas a realizar.
4. Desarrollo de carrera
Una herramienta eficaz para aumentar la satisfacción de las y los empleados es invertir en su crecimiento profesional, ofreciéndoles oportunidades de formación y desarrollo. Esto les motivará, lo que a su vez, aumentará el rendimiento laboral.
5. Creación de equipos
De nada sirve lo anterior si no se promueve una cultura de trabajo positiva e inclusiva dentro del equipo que permita fomentar mejores relaciones entre sus empleadas/os y mejorar el trabajo en equipo.
En resumen, todo lo anterior no es algo estático, sino que es un proceso continuo que tiene que ser revisado y adaptado de manera constante, por lo que es importante evaluar las prácticas y realizar los ajustes necesarios con regularidad.