Contar con personas comprometidas con la empresa en esencial para conseguir los objetivos propuestos. Una de las mejorar formar para potenciar el compromiso de las y los trabajadores es fomentar el desarrollo y crecimiento profesional dentro de la organización.
Sin embargo, en muchas ocasiones los programas de capacitación internos de las empresas suelen caracterizarse por ser pesados y en general, aburridos, por lo que desde empleorecursos.es queremos reflexionar sobre cómo ofrecer programas de formación que motiven y favorezcan el crecimiento de las y los empleados.
El Plan de Formación
El objetivo principal de todo plan de formación en la empresa no puede ser otro que mejorar las competencias y habilidades de las y los trabajadores que le faciliten, no solo un crecimiento profesional, sino que también un mejor desempeño en su puesto de trabajo. Para ello, es necesario que se integre en un programa global de desarrollo, dónde se acompañe de objetivos individuales, sesiones de mentoring o coaching, medición del desempeño profesional, etc.
Beneficios de invertir en formación
Son claros los beneficios que obtienen las empresas que invierten (y no, gastan) en la formación de sus trabajadoras/es, destacando entre ellos, los principales:
1. Demandas del mercado
Está claro, invertir en formación hará que se cuente con personas que posean las habilidades y competencias necesarias para hacer frente a las demandas de sus puestos de trabajo. La formación, no como una medida puntual sino continua, es una forma significativa de colmar estas lagunas de cualificación, tanto ahora como en el futuro.
2. Atraer y retener el talento
En un mercado laboral tan competitivo, dónde en determinados sectores existe una elevada escasez de talento, se hace necesario apostar por la formación como medio o canal de fidelización del talento.
3. Mejora el desempeño laboral
La inversión en formación realizada por las organizaciones debe estar en consonancia con los objetivos empresariales generales.
Por todo lo anterior, es necesario que las organizaciones pongan en marcha planes de capacitación y formación para sus equipos atractivos, fuera de la monotonía y que realmente sean retadores y útiles. Por ello, partiendo de nuestra experiencia laboral coordinando áreas de gestión del talento, entendemos que se pueden utilizar las siguientes estrategias para ello:
a. Establecer planes personalizados
Centrándose en las competencias con las que cuenta la persona trabajadora, y partiendo de las diferencias personales, es necesario adaptar los planes de formación a las necesidades de cada trabajador/a. No vale poner en marcha lo mismo para todas/os.
b. Priorizar la detección de necesidades
Estudiar qué competencias son necesarias reforzar con formación y priorizarlas en función los objetivos empresariales permitirá tener una aplicación práctica inmediata del proceso de formación.
c. Gestión por competencias
Tener en cuenta tanto las competencias técnicas como las de personalidad, desde el proceso de descripción de puestos de trabajo hasta las performace review hará más objetivo el proceso.
d. Usar diferentes tipos de formación
Un plan de formación integral debe incorporar múltiples técnicas para facilitar el aprendizaje y la adquisición de habilidades.
e. Coaching y mentoring
Está demostrado que las sesiones de coaching y formación en el puesto de trabajo son un complemento eficaz para el aprendizaje de habilidades desde la práctica, a la vez que potencia las relaciones dentro del equipo de trabajo.