En un entorno laboral tan complicado y competitivo como el actual, desde el punto de vista de la gestión del talento es necesario poner en marcha medidas y acciones que permitan la fidelización del mismo, y por consiguiente, la reducción de la rotación laboral. Dentro de este contexto, y dejando de lado variables como la compensación económica y las que conforman el salario emocional (conciliación laboral, flexibilidad, etc.) uno de los grandes males que afectan a las empresas es la falta de RECONOCIMIENTO DEL TRABAJO bien hecho.
“Reconocer las aportaciones de las y los trabajadores es una fuente de motivación”
En empleorecursos.es somos conscientes del poder motivador que tiene el reconocimiento para las personas, lo que aumenta su satisfacción e integración con la empresa, de ahí, que debe ser una práctica prioritaria tanto para el área de recursos humanos como para cualquier líder o responsable que cuente con personas a su cargo.
Contar en la empresa con una cultura de reconocimiento de las aportaciones y trabajos bien hecho de las y los colaboradores repercute de forma directa en el bienestar de estos en la empresa, lo que afecta de manera positiva a su nivel de compromiso y en la consecución de objetivos, y por tanto, rendimiento. Sin embargo, este reconocimiento para ser efectivo debe cumplir una serie de requisitos, es decir, solo si es sincero, personal, en el momento adecuado, claro y en su justa medida tendrá los efectos esperados.
“El reconocimiento del trabajo repercute de manera directa en el nivel compromiso de las y los trabajadores”
Para entender la importancia que tiene reconocer el trabajo bien hecho en el compromiso de las y los trabajadores, es importante destacar las tres dimensiones de éste último, como son, cabeza, en relación a qué piensan las y los colaboradores sobre la empresa; corazón, cómo se sienten; y por último, las manos, en cuanto a la forma en que lo que piensan y sienten se manifiesta, la conducta observable.
El reconocimiento por el trabajo realizado puede ser tanto individual como grupal, así como de manera privada como pública, pero si esta relación entre el nivel de motivación y el compromiso de las y los trabajadores con las dosis correcta de reconocimiento es tan crucial para el cumplimiento de los objetivos empresariales, analizar o medir el retorno de inversión (ROI) de las acciones que generan reconocimiento deben ir más allá de la típica encuesta de satisfacción.
“La medición del nivel de compromiso de las y los trabajadores debe abarcar todos los aspectos de la empresa”
Esto es, contar con una encuesta de satisfacción en la que se midan entre otros aspectos el nivel de confianza de la persona en la empresa y sus dirigentes, cómo encajan en ella, el proceso de comunicación o el sentimiento de pertenencia es un paso importante pero desde nuestra experiencia laboral en departamentos de gestión del talento, no debe quedarse ahí, sino que se partirá de una visión global incluyendo aspectos tales como la satisfacción de las los clientes, nivel de rotación laboral, tiempo de permanencia de las y los trabajadores en la empresa, nivel de desempeño o la rentabilidad de su trabajo.
En resumen, no reconocer la labor de las y los colaboradores es una de las principales fuentes de problemas en la empresa, ya que por un lado, potencia la frustración de éstas/os, disminuye su productividad, llegando incluso a generar conflictos en los equipos de trabajo o en su caso, la pérdida de talento de las organizaciones.