Por lo general, la época estival y de descanso para muchas personas, y más tras la situación de pandemia que estamos viviendo, sirve para reflexionar sobre su presente y futuro profesional, lo que permite cuestionarse la satisfacción que les produce no ya solo su día a día de trabajo, sino trabajar en una determinada empresa.
“El nivel de satisfacción laboral repercute de forma directa en la productividad”
En empleorecursos.es queremos reflexionar, a partir de nuestra experiencia laboral en departamentos de gestión del talento, sobre la SATISFACCIÓN LABORAL de las y los trabajadores, su importancia, qué factores la determinan (para poder actuar desde la empresa sobre ellos) y cómo medirla.
“Para recursos humanos es fundamental conocer y medir el nivel satisfacción laboral en la empresa”
En primer lugar, la SATISFACCIÓN LABORAL consiste en un sentimiento (o emoción), por lo que la misma diferirá no solo entre las diferentes personas, sino que también , en función del momento temporal en el que nos encontremos (puedo estar mi contento en mi puesto de trabajo pero insatisfecho con la empresa en general por cómo ha gestionado el proceso de confinamiento por la COVID19, por ejemplo). Desde el punto de vista teórico, es interesante la definición aportada por Edwin Locke entendida como “un estado emocional positivo y placentero resultante de la percepción subjetiva de las experiencias laborales de la persona”.
“Los factores que determinan el nivel de satisfacción laboral de la plantilla dependen de las características de cada empresa”
A partir de dicha definición, se infiere la importancia del nivel de satisfacción de las y los trabajadores para la empresa, ya que la misma, al considerarse como una actitud (formada por aspectos cognitivos, como los pensamientos, creencias, etc.; afectivos, los sentimientos que me generan; y conductuales, lo que hago, como por ejemplo, búsqueda de un nuevo proyecto profesional) repercute de forma directa en el nivel de motivación, el grado de compromiso, la rotación laboral, y en el clima laboral imperante en la organización.
A modo general, podemos afirmar que existen factores en la empresa desde el punto de vista de la gestión del talento que son cultivadores de insatisfacción laboral en las y los trabajadores, como una política salarial baja, elevada conflictividad entre compañeras/os, nulas posibilidades de promoción o desarrollo profesional, malas condiciones laborales (temporalidad, inseguridad, etc.), ausencia de elementos que componen el salario emocional, etc.
“El éxito de las acciones a poner en marcha desde gestión del talento dependerá del nivel de satisfacción laboral de las personas de la empresa”
Por todo ello, medir el nivel de SATISFACCIÓN LABORAL de las personas que conforman la empresa es un elemento fundamental que determinará el éxito de muchas de las políticas o acciones a poner en marcha desde el área de gestión del talento. Los principales indicadores del nivel de satisfacción son:
- Tasa de rotación. Mide el porcentaje de personas que abandonan la empresa en un periodo de tiempo determinado, con la pérdida de conocimientos, tiempo, formación invertida, etc. que supone.
- Rotación interna. Relacionada con la anterior pero esta vez en cuanto a la movilidad entre departamentos o áreas de la organización.
- Nivel de desempeño. A partir de los resultados obtenidos en los diferentes procesos de evaluación del rendimiento, como bien pueden ser Performances, evaluación del desempeño o 360º.
- Absentismo laboral. Se ha comprobado la relación directa entre las ausencias al trabajo y el nivel de insatisfacción laboral.
- Nivel de conflictividad interna. Similar a lo anterior, muchos conflictos entre las y los colaboradores aumentan el nivel de insatisfacción hacia el trabajo.
- Discrepancias entre el nivel de competencias deseado y el existente en la organización. Si las personas que conforman la empresa no poseen el nivel exigido en las competencias fundamentales para la empresa, esto generará menor productividad, y por tanto, insatisfacción.
- Nivel de estrés laboral. Relacionado con lo anterior, si a las y los trabajadores les cuesta alcanzar el nivel de rendimiento exigido en su puesto de trabajo, esta situación les ocasionará malestar emocional (y en ocasiones también físico).
- Mala organización, falta de comunicación, etc. Si se trabaja en un ambiente poco estructurado, el nivel de insatisfacción es directamente proporcional a las carencias en la metodología y estructuración necesarias para desarrollarlo.
- Deficientes medidas de seguridad y salud. Trabajar en un entorno de trabajo inseguro favorece la desmotivación de las y los trabajadores.
En cuanto a las acciones que puede poner en marcha la empresa para mejorar el nivel de SATISFACCIÓN LABORAL de las y los trabajadores a partir de la medición anterior, estarían establecer canales de comunicación efectivos y transmisión de información en tiempo y forma (que evite los famosos rumores tan dañinos); poner a la persona en el centro de todas las acciones que se lleven a cabo; invertir en los factores que conforman el salario emocional; ofrecer recompensas; involucrar a todas y todos, etc.