Dentro de nuestra labor integral de la ayudar a las personas desempleadas en su proceso de búsqueda de empleo, desde www.empleorecursos.es queremos tratar un aspecto a nuestro entender básico y generalmente olvidado, como es analizar el desempleo desde un punto de vista psicológico.
Así, cuando la persona desempleada, a pesar de enviar “curriculums” a las empresas, inscribirse en portales de empleo, hacer cursos de formación, realizar entrevistas de trabajo (“de las que tiene una buena impresión”), etc., percibe el conseguir o no empleo como algo que no depende de él o ella, es cuando en Psicología se produce lo que se llama ausencia de control sobre el resultado de la situación, la cual, se ve agravada por la constante exposición a acontecimientos y situaciones sociales negativas (dejar de asistir a eventos por falta de recursos económicos, aislamiento social, pérdida de amistades, etc.), dando lugar al fenómeno conocido como indefensión aprendida.
“La ausencia de control sobre la situación se agrava ante la constante exposición a situaciones negativas”
Así, si esta percepción de indefensión se prolonga en el tiempo, la persona empieza a tolerar poco a poco este estado (permaneciendo cada vez más inmóvil, llegando incluso a abandonar el proceso de búsqueda activa de empleo). ¿Quién no ha oído a alguien que se encuentre en situación de desempleo decir, “¿para qué voy a buscar trabajo, si no hay?”; o “haga lo que haga, no me van a llamar”, entre otras frases desalentadoras para justificar sus pensamientos.
Por ello, las personas que llevan largo tiempo en situación de desempleo pueden fácilmente pasar a este estado de indefensión aprendida, el cual, está estrechamente relacionado con la depresión y otros trastornos de ánimo (estas personas suelen descuidar el aseo personal, se muestran pasivas, rehúyen el contacto social, se aíslan, etc.). Así, son muchos estudios los que indican como rasgos más característicos del “Síndrome del Desempleo”: depresión, insomnio, agresividad, decepción vital, pérdida de autoestima, etc.
“Las personas que llevan largo tiempo en desempleo pueden sufrir síntomas como depresión, insomnio, baja autoestima, etc.”
Concretamente, los principales efectos psicológicos negativos del desempleo prolongado se resumen en tres tipos de pérdidas. En primer lugar, pérdida de la rutina que estructuraba y aportaba una coherencia y orden a la vida diaria, en contraste con la desorganización, cambio de horarios de sueño, etc. que produce la situación de desempleo; en segundo lugar, pérdida de la vinculación o contacto social que produce el trabajo, al relacionarnos con las y los compañeros, clientes, etc. junto con el sentimiento de pertenencia a un grupo; y por último, pérdida de las metas que dirigen las acciones y motivan el desarrollo y proyección laboral a largo plazo.
“El desempleo prolongado puede producir tres tipos de pérdidas: de la rutina, del contacto social y de las metas”.
Por ello, desde www.empleorecursos.es, siendo conscientes de que no todas las personas reaccionan igual ante las mismas situaciones, estimamos que para no caer en este proceso de indefensión aprendida que genera la situación prolongada de desempleo, aconsejamos: a) tomar conciencia de la dificultad de la nueva situación de un modo realista, analizando las posibilidades que ofrece el mercado de trabajo; b) expresar los sentimiento negativos que la situación de desempleo produce, para inmediatamente proponer soluciones de mejora y afrontar la situación de forma positiva; c) gestionar la agenda diaria del proceso de búsqueda de empleo, con objeto de crear rutinas de actividad, organizar el día a día; d) y por último, comprender y aprender a manejar los síntomas negativos que pueden asaltarnos para afrontarlos de forma adecuada.