Una de las funciones de área de gestión del talento de la empresa es determinar aquellas conductas que impiden el correcto desempeño de las y los colaboradores, a la vez que repercuten de forma negativa en el ambiente laboral. Dentro de éstas, una muy extendida no solo en el contexto laboral es la PROCRASTINACIÓN.

“La mayoría de las personas hemos practicamos la procrastinación más de lo que nos gustaría”

Como ya comentábamos en empleorecursos.es, la procrastinación consiste en el hábito o costumbre de posponer ciertas actividades, ocupaciones o tareas que deben realizarse en un determinado momento, reemplazándolas por otras menos importantes o urgentes, pero más agradables para la persona.

Esta situación de “dejar para mañana lo que tengo que hacer hoy”, además de conllevar efectos negativos en el clima laboral de la empresa (al generar conflictos entre compañeras/os, por ejemplo), repercute en estado emocional negativos en la persona trabajadora que la realiza, al generarle ansiedad y malestar emocional (debido al sentimiento de culpa que le produce ser consciente de la obligación que tiene de realizar la tarea que pospone pero no realiza).

“Procrastinar es negativo tanto para la empresa como para la persona”

Se ha demostrado que el origen de la PROCRASTINACIÓN se encuentra en la búsqueda del placer que produce realizar tareas que nos son más cómodas o agradables, frente a la evitación del dolor de aquellas que no llevamos a cabo, por lo que las posponemos. Por ello, la persona procrastinadora se envía mensajes ante la tarea como “no es buen momento ahora”; “es demasiado trabajo”; “hoy pero mañana a primera hora me pongo con ello”; etc.

Más detenidamente, a partir de nuestra experiencia laboral en departamentos de gestión del talento, podemos indicar que son tres los motivos que llevan a la persona trabajadora a procrastinar. Por un lado, el percibir la tarea en cuestión como una obligación a realizar, frente al placer que nos produce realizar las cosas porque que queremos, sin que nadie nos las imponga. En segundo lugar, valoramos el esfuerzo que esta tarea que no nos gusta nos supondrá, por lo que si ya no estamos motivadas/os para realizarla, lo estaremos aún menos. Como complemento, esta situación se ve reforzada si conlleva una carga emocional negativa, como puede ser el miedo a fracasar o exponernos ante alguien.

A partir de lo anterior, para evitar en la medida de lo posible la aparición de la PROCRASTINACIÓN en la empresa, se hace necesario intervenir tanto a nivel de la organización en general, como dotar a las y los trabajadores de técnicas para hacerle frente.

Desde el punto de vista de la empresa, las acciones que se pueden realizar pueden ser:

  • Análisis de puestos de trabajo realista y adaptado a las circunstancias, con objeto de reducir la extensión y el esfuerzo que conlleva la realización de las tareas.
  • Temporalización de las actividades y fechas en las que las tareas deben estar terminadas.
  • Fomentar un clima laboral de colaboración y respeto por el trabajo de las y los demás.
  • Favorecer los tiempos de desconexión o distracción para despejar la mente.
  • Apoyar y reforzar constantemente, dar feedback.
  • Crear un ambiente de trabajo físico sin ruidos y ordenado.
  • Realizar reuniones de seguimiento de manera constante.
  • Apoyar en la gestión del tiempo de las y los colaboradores.

Por su parte, las técnicas que puede poner en marcha la persona trabajadora para afrontar la procrastinación son:

  • Fomenta rutinas de trabajo diarias.
  • Entrénate en el análisis y toma de decisiones de las tareas a realizar.
  • Haz un seguimiento del tiempo que dedicas a cada tarea para ser consciente de lo que tienes que dedicar a la tarea realmente.
  • Utiliza técnicas de productividad personal.
  • asertiva/o.

Por último, no queremos dejar pasar la oportunidad de comentar dos de los muchos métodos existentes que nos ayudarán a organizar nuestras tareas con el fin de evitar la procrastinación (de los cuales, existen múltiples apps) como son:

  • Método Kanban

Consiste en dividir las tareas que tenemos que realizar por columnas tipo “Tareas por hacer”; “Tareas que estoy haciendo”; “Tareas hechas”, etc.; el cual, nos permite tener una visión clara de nuestra situación.

  • Método SMART

Por su parte, este método ayuda a la gestión de tareas complejas o proyectos, ya que se basa en la determinación de los elementos específicos, mesurables, realistas y temporalización de las mismas.


En esta nueva entrada en nuestro Blog, trataremos desde empleorecuros.es como hacer frente a uno de los aspectos que nos afectan laboralmente, tanto si estamos en proceso de búsqueda de empleo como si nos encontramos ocupadas/os, y no es otro que la Procrastinación, es decir, ¿Eres de las o los que deja siempre para otro momento las tareas o cuestiones que tienes pendiente?

“Cuando postergamos una tarea o acción de forma voluntaria y sistemática, estamos procrastinando”

  Básicamente, se entiende por procrastinación la conducta de postergar de forma sistemática y voluntaria, aquellas tareas que debemos hacer, las cuales, son cruciales para conseguir nuestros objetivos (por ejemplo, prepararnos una entrevista de trabajo si estamos buscando empleo, o la presentación del proyecto de fin de curso, o prepararnos ese examen de inglés que tanto necesitamos aprobar, terminar el informe que nos han pedido, etc.), y que son reemplazadas por otras irrelevantes pero más placenteras de hacer.

“Fundamentalmente, la Procrastinación está relacionada con la mala gestión del tiempo”

  Como decimos, da igual la posición laboral que tengamos (trabajando o no), ya que afecta a todas las personas por igual. Así, se estima que la procrastinación es un fenómeno complejo que se encuentra muy relacionado con la mala gestión del tiempo que hacen las personas que lo sufren, ya que el/a procrastinador/a suele sobreestimar el tiempo necesario para llevar a cabo la tarea que tiene pendiente en función de los recursos que dispone, lo que a su vez, está asociado con una falsa sensación de autoconfianza y seguridad.

“Existen estudios que indican que la Procrastinación se encuentra asociada a la desmotivación”

  En cuanto a las causas o motivos que llevan a determinadas personas a la procrastinación indicar que son muy diversos y complejos, los cuales, según determinados estudios, se encuentran asociados a ciertos estado de desmotivación, que conllevan aparejados estados de letargo; carácter perfeccionista (al privar de empezar a realizar proyectos por temor a no poder hacerlo “tan perfecto”); baja tolerancia a la frustración (por miedo a que no ser capaz de llevar a cabo las tareas con éxito); entre otros.

  En resumen, las personas procrastinadoras suelen ser bastantes activas, siendo su mal, sustituir de forma sistemática y voluntaria lo que deben hacer (y que no les atrae) por otras tareas que les son más placenteras y agradables.

 En cuanto a las técnicas a emplear para dejar de procrastinar y postergar tareas, desde empleorecursos.es queremos indicar las siguientes:

  • Planificar las tareas diarias para así tener un control exhaustivo de lo que debes hacer.
  • A su vez, establecer subtareas con plazos para cada una de ellas.
  • Ser realista en dicha planificación de acciones.
  • Comunica a tu entorno tus acciones diarias para así añadirte presión social que te motive
  • Recompénsate por los avances que estás teniendo.

Por último, y como siempre, para saber más sobre la procrastinación y la forma de afrontarla, junto con aspectos de Derecho Laboral, Orientación para la búsqueda de trabajo, ofertas de empleo, etc., le invitamos a visitar nuestra web, www.empleorecursos.es.