En los tiempos que corren, dónde el mercado laboral se ve enormemente afectado por la pandemia del coronavirus (descenso de ventas, despidos, ERTES, teletrabajo, confinamientos, etc.), junto con los “problemas” endémicos del mismo (desempleo estructural que afecta a jóvenes y profesionales seniors, robotización, escasez de determinados perfiles profesionales, etc.) genera la necesidad de reinventar la gestión del talento en la empresa.

“La incertidumbre se ha convertido en la nueva normalidad”

A partir de lo anterior, en empleorecursos.es somos de la opinión que este contexto de incertidumbre que estamos viviendo ha venido para quedarse, es decir, ésta es la verdadera nueva normalidad, por lo que los departamentos de gestión del talento deben dar una respuesta clara a las necesidades emocionales que presentan las personas trabajadoras, con objeto de transformar dicha incertidumbre en oportunidades de crecimiento y desarrollo.

“Gestionar las emociones de las y los trabajadores debe ser una prioridad”

Si hablamos de incertidumbre, es obvio que las áreas de talento de las empresas no escapan a ella, sobre todo si analizamos cómo afrontaron el confinamiento provocado por la COVID19, dónde tuvieron que adaptarse de manera urgente e implantar nuevas  medidas para hacer frente a los miedos y necesidades que provocó esta nueva situación, al tener que reinventarse sobre la marcha (con reuniones One to One, acompañamiento emocional y psicológico, fortaleciendo una comunicación interna realista, ayudando en la adaptación a la nueva forma de trabajar como era el teletrabajo por confinamiento, etc.).

“El área de gestión del talento debe liderar el cambio en la empresa”

Sin embargo, desde nuestro punto de vista, para las y los profesionales de la gestión del talento es el momento de dejar de “reaccionar” para “actuar”, anticipándose y liderando el proceso de cambio y transformación que estamos viviendo, adaptando (y modificando llegado el caso) la cultura de la empresa a las necesidades reales de las personas que la componen, estableciendo políticas centradas en las y los trabajadores (que reduzcan al mínimo los elementos emocionales que afectan de manera negativa a su desempeño, o lo que es lo mismo, poner a las personas en el centro de la empresa).

“Ante la incertidumbre se requiere un liderazgo transformador”

Mucho se ha reflexionado sobre la necesidad de dejar de considerar a las personas como recursos a gestionar talento (que no personas). Independientemente del nombre o etiqueta que se le ponga, lo que realmente importa es el papel que desempeñan las y los trabajadores en la empresa, por lo que, desde la gestión del talento, es necesario potenciar un liderazgo transformador en la organización, adaptado a las nuevas formas de trabajo (teletrabajo), fomentando la marca personal de las y los empleados junto con el Employer Branding, haciendo hincapié en la adquisición y desarrollo de las competencias necesarias en cada momento.

Para ello, deberán centrarse en herramientas de análisis de datos (Big Data y Analytics) y automatización de procesos, a la vez de favorezcan el clima laboral necesario no solo para la creación de equipos de trabajo eficientes, sino para que dentro de ellos fluya la información y el conocimiento.

En resumen, los tiempos que estamos viviendo hacen más necesario que nunca que las empresas se replanteen la necesidad de poner en marcha acciones y medidas que reduzcan la carga emocional negativa que toda situación novedosa genera (y más en época de pandemia sanitaria).


Dentro de las múltiples prácticas a llevar a cabo desde los departamentos de recursos humanos con objeto de atraer y potenciar el talento de las y los trabajadores, destaca desde hace unos años el concepto de Gamificación. En las siguientes líneas, queremos reflexionar desde empleorecursos.es sobre su aplicación en la empresa.

“La Gamificación permite la aplicación de dinámicas lúdicas en la empresa”

A lo largo de su desarrollo, son varias las definiciones que se han dado para este concepto. De entre ellas, y a partir de nuestra experiencia en departamentos de gestión de personas, nos quedamos con la que considera la Gamificación como el empleo de mecánicas del juego en entornos no lúdicos, como el empresarial, con objeto de potenciar habilidades y competencias de las y los trabajadores, tales como el trabajo en equipo, resolución de conflictos, aumento de la motivación, etc., lo que no solo permite un aumento en el desempeño e implicación de la persona, sino que además, fomenta un clima laboral adecuado para ello.

“Son múltiples los beneficios para la empresa y trabajadoras/es que se consiguen con la Gamificación”

Más detenidamente, son varias la cuestiones a trabajar por medio de esta técnica, como bien pueden ser: romper con la monotonía, favorecer la integración de las/os trabajadoras/es, fomentar la implicación con la empresa, mejorar determinadas competencias, etc., es decir, contribuye al establecimiento de un liderazgo positivo así como a la puesta en práctica de las indicaciones Kaizen para la gestión de personas a través del compromiso, establecimiento de relaciones basadas en la colaboración y el apoyo mutuo, el aumento del logro, etc.

“La Gamificación implanta y fomenta la felicidad en la empresa”

Sin embargo, antes de poner en marcha acciones de Gamificación, es necesario tener en cuenta una serie de principios que determinarán su adecuada aplicación, como son, la definición de instrucciones y objetivos a alcanzar de forma clara; aportación de feedback continuo sobre el desarrollo del proceso; partir su ejecución desde el nivel de conocimiento e implicación de la persona trabajadora para ir aumentando conforme su desarrollo; así como permitir que el mismo transcurra en un contexto tolerante al cambio.

Por último, en cuanto a su aplicación práctica en la gestión de personas en la empresa, estará en función del área o elemento a trabajar, como bien puede ser:

  • Cultura empresarial. Por medio del fortalecimiento de las relaciones para conseguir un objetivo común entre las y los trabajadores implicados, se genera un ambiente de colaboración y visión de conjunto en la empresa, fomentando un espíritu de equipo.
  • Comunicación interna. Tras estas dinámicas motivadoras se incita a las personas a participar en las acciones de la empresa, fomentando relaciones sinceras y evitando la propagación de rumores e informaciones erróneas (y con ello la interpretaciones negativas que conlleva).
  • Proceso de selección de personas. Las técnicas de gamificación permiten, mediante acciones lúdicas, reducir el estrés que toda selección de personas conlleva para la persona candidata, permitiendo que se comporte como realmente es, facilitando así el proceso de evaluación de su candidatura.
  • Formación. Permite la utilización de métodos dinámicos y totalmente diferentes a los utilizados en la formación tradicional, pudiendo estar basados en aplicaciones informáticas, siempre con el objetivo de favorecer la motivación e implicación en su realización.
  • Desarrollo de personas. Por medio de estas dinámicas, se permite una evaluación más exacta de las competencias que aporta la persona trabajadora, la cual, incentivará el proceso de detección de necesidades de formación, así como su adaptación al puesto de trabajo en concreto, etc.
  • Prevención de Riesgos Laborales. A través de actividades de gamificación se fomenta la cultura de la salud y seguridad laboral, estableciendo buenas prácticas de desarrollo de las actividades relacionadas con el puesto de trabajo, contribuyendo al cumplimiento de los deberes de la empresa en materia de seguridad y salud en el trabajo.

En resumen, la Gamificación es una herramienta cada vez más extendida entre las empresas como medio de gestión de los recursos humanos.