En muchas organizaciones, la cultura del “estar siempre disponible” sigue viva. Aunque ya no se llenen oficinas, seguimos atrapadas/os en el teatro de la productividad. Un fenómeno cada vez más común: el presentismo digital.
En empleorecursos.es entendemos que responder correos a las 23:00, conectarse en Teams todo el día “por si me buscan” o simular actividad para demostrar compromiso no es productividad. Es ansiedad disfrazada de entrega.
🚨 El nuevo síndrome del trabajo remoto
El presentismo digital no mide resultados. Mide presencia, conexión, visibilidad.
Pero la ciencia organizacional es clara: la sobreconexión reduce la concentración, la creatividad y el bienestar.
Las personas que sienten que deben demostrar que están “en línea” todo el tiempo son más propensas al agotamiento emocional y a una menor satisfacción laboral, esto es, no se trata de estar más, sino de estar mejor.
🧭 Qué pueden hacer las organizaciones
El trabajo híbrido o remoto no exige más pantallas. Exige más confianza, empatía y claridad.
- Definir límites claros: políticas de desconexión real. No basta con decirlo, hay que medirlo.
- Cambiar indicadores: priorizar impacto, no horas visibles.
- Liderar con ejemplo: si quienes lideran envían mensajes fuera de horario, el equipo entenderá que “debe hacerlo también”.
- Reforzar la confianza: la autonomía es más poderosa que el control.
🌱 Una llamada a quién lidera y equipos
La productividad real nace cuando las personas se sienten seguras para desconectarse sin culpa, por lo que la clave está en trabajar para dejar de premiar la conexión constante y empezar a valorar el resultado sostenible. Porque estar disponible todo el tiempo no es compromiso, sino una alerta de cultura.