El final de año es la época utilizada en el contexto de la empresa para repasar lo que se ha hecho bien durante el curso que termina, determinar si se han conseguido las metas propuestas, así como cuáles serán los objetivos para el año en curso y los recursos que se destinarán para ellos, tanto materiales, económicos (con la elaboración del presupuesto anual) como la organización.
“¿Deben las empresas apostar por el talento?”
Dentro de este contexto, en empleorecursos.es queremos reflexionar acerca de una cuestión que se plantean muchas empresas de pequeño o mediano tamaño, como es si contar con una estructura o área propia de gestión del talento.
A pesar del principio de que el activo más importante con el que cuenta una empresa son sus personas, es muy común en sus primeros años de vida que el área del talento no sea una prioridad, por lo que sus funciones básicas (fundamentalmente relacionadas con la administración laboral, como bien puede ser el control de horarios, normas, etc.) son asumidas por otros departamentos.
“Suele ser el área de Administración o Finanzas quién asume las tareas de gestión del talento en empresas pequeñas”
Sin embargo, a medida que la organización va creciendo en tamaño, así como el número de personas va en aumento, se hace necesario contar con profesionales especializadas/os en tareas de gestión del talento, ya que las necesidades no solo con respecto a las mencionadas tareas propiamente administrativas del área son inmanejables por su número y complejidad, sino que es necesario prestar una atención más específica a las y los trabajadores, con objeto de conseguir el compromiso y la motivación adecuada para un desempeño óptimo.
Además, contar con cada vez más personas conlleva una mayor complejidad en las tareas interdepartamentales, y dificultades en la gestión de conflictos, lo que repercute de manera directa tanto en la cultura de la empresa como en el clima laboral, afectando al nivel de rotación laboral y pérdida de talento.
Acciones de gestión del talento
Por todo lo anterior, son muchas las empresas que optan por crear un área de gestión del talento propia, asumiendo las principales funciones en la materia, como bien pueden ser la elaboración de Job profiles, diccionario de competencias, gestión de los procesos de captación de talento, detección de necesidades de formación, estudio de clima laboral, performances, one to one, integración de nuevas/os colaboradoras/es, etc., así como la coordinación junto con una gestoría externa del proceso de nóminas, finiquitos, comunicaciones laborales, etc.
En resumen, son muchas las empresas de un tamaño medio que cada vez más están apostando por la gestión interna de su talento, invirtiendo por un trato más cercano a las personas, lo que repercute en un ambiente laboral que fomenta la productividad y el compromiso; identificar las necesidades de personas en relación con los objetivos de la empresa, facilitar la formación y el desarrollo de las y los profesionales; implementación de medidas que garanticen el bienestar e integración, etc.